Argumento:
Venecia, 1908. Gian Carlo Montalbano y su hija Silvana instalan su jugueteria, La Grotta della Fenice, frente a la antigua y emblemática juguetería de los Corsini. Los juguetes de los Montalbano son la última generación de autómatas que pueden encontrarse en el mercado y sus muñecas son tan perfectas que parecen de carne y hueso. Mario Corsini, decidido a averiguar los secretos del arte de los Montalbano, se adentra en la juguetería y entabla amistad con la fría e inteligente Silvana. Sin embargo, lo que Mario descubrirá en La Grotta della Fenice desafiará los límites de su imaginación y hará estremecer los cimientos de la sociedad veneciana, sumiéndola en una espiral de horror y muerte.
Aunque por el argumento pueda parecer una historia de terror, en realidad no lo es. Es verdad que ha ciertos elementos que pueden ser inquietantes, pero miedo, lo que se dice miedo, no da. Se podría decir que más bien se trata de una historia muy humana, ya que los sentimientos tienen un gran peso en la trama. La muerte es otro elemento que está presente constantemente, y al final te hace hace reflexionar sobre ella, sobre el dolor que puede llegar a causar y sobre lo que importa a la hora de la verdad. Para ser sincera, me sorprendió bastante, porque lo que yo esperaba encontrarme era una historia con más intriga y sustos, pero en fin... A pesar de llevarme una decepción por ese lado, he de decir que el libro como tal tampoco ha estado mal. Lo único malo es que a veces se podía adivinar perfectamente lo que iba a pasar, pero se compensa con las partes que te pillan completamente desprevenido ^-^.
La ambientación está bastante lograda; no se puede decir que varíe mucho de escenario, pero a ratos te parece estar viendo las calles de Venecia descritas por el libro. Por otro lado, los personajes se hacen muy cercanos, dando la impresión de que son las típicas persona que puedes encontrarte por la calle. Mi favorito es el hermano de Mario, Andrea Corsini (sí, hermano, no me he equivocado al escribirlo). Al principio es un poco "viva la vida", pero a lo largo de la historia va evolucionando y acaba mostrando ser más maduro y tener más entereza que su propio hermano. El protagonista, Mario, no es que esté mal; su carácter y su modo de actuar a lo largo del libro me han gustado, pero es verdad que a veces daba la sensación de que le faltaban dos dedos de frente, y al final del todo su comportamiento se vuelve un tanto obsesivo, cosa que, a pesar de que comprendo sus razones (y me parece razonable que se le vaya un poco la olla después de todo por lo que ha tenido que pasar), no me ha gustado para nada. En cambio, con Silvana se ha dado el caso contrario: al principio no me gustaba, pero según la iba conociendo mejor, su sufrimiento, sus razones para hacer lo que hacía, más me encariñaba con ella.
En resumen, una historia llena de emociones y sentimientos (que no quiere decir ñoña) en la que la muerte, al igual que en la vida real, está siempre presente. Y en cuanto a si lo recomendaría o no... La verdad es que sí. Puede que no sea lo mejor que he leído, pero tampoco me parece uno de esos libros que se merezcan ser abandonados y olvidados en alguna estantería, Eso sí, buscadores de historias de terror y finales felices, por favor, absténganse de leerlo.
(Una cosa que quiero comentar que me ha pasado con este libro es que al rato de estar leyendo (igual cuando ya llevaba unas 60 páginas) me empezaba a marear; no sé si será por el tipo de letra, porque con otros libros o con el ordenador no me pasa... En fin, quien sabe ^-^.)
Y con esto y un bizcocho, me despido de vosotros. ¡Hasta otraaa!
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